MÉXICO, D.F.- Reclusa presta dinero al 10% diario, y cuando no tienen para pagar, contacta a su hermano preso en el reclusorio Sur para prostituirlas.
La interna, detenida en 2005 por privación ilegal de la libertad con fines de robo, decidió organizar tandas entre sus compañeras reclusas para luego ofrecerles préstamos en efectivo y cobrar 10 por ciento de interés diario.
Según las declaraciones que rindieron varias internas ante el Ministerio Público, las deudas que adquirían las mujeres eran impagables.
Fue entonces que Gabriela les daba la opción de entablar comunicación con internos de los reclusorios varoniles a través de cartas, le seguían las llamadas telefónicas y después el contacto en persona en el área de túneles.
"Al no poder pagar (los préstamos) les decía que ella les conseguía una persona que las ayudara económicamente y primero era el contacto por cartas, después por teléfono, ya que tengo conocimiento que en su casa tiene servicio de enlace de tres llamadas a la vez.
"Les cobraba por enlazarlos una hora, el contacto era su hermano que estaba preso en el Reclusorio Oriente y ahora está en el Sur. Casi todo el personal de custodia está involucrado porque les dan 100 ó 200 pesos para que traigan las cartas y las dejen solas en juzgados", se lee en la declaración.
Para que los varones tuvieran acceso al área de túneles, el hermano de Gabriela y su novio Jesús Genchi Badillo les entregaban las papeletas aprovechando su asignación a la mesa de prácticas del penal varonil.
Las declaraciones involucran a "la lic. Claudia", una empleada del reclusorio encargada de validar el acceso y salida de la zona de túneles de acceso a los juzgados con su firma en las papeletas.
Además de funcionarios judiciales de los juzgados 21, 53, 56, 59, 51, 58 y 61 del Reclusorio Oriente, 30 y 65 penal del Reclusorio Sur; así como a las custodias Edith Amarillas, Elizabeth, Ivette y Lilí Arriaga; así como Claudia Romero Chávez, del juzgado 52 penal.
Ana María, Channel, Norma, Fiorella, Gabriela, Abigail, Celeste, Fabiola son los nombres de algunas internas que accedieron a prostituirse. Fueron trasladadas para ejercer el sexoservicio con los padrinos que pagaron entre 3 mil y 3 mil 500 pesos.
"La persona del juzgado cobra 500, el de la mesa de prácticas 500, a la licenciada Claudia le dan 500 y a la custodia otros 500, el resto se queda para Gaby y su hermano", agrega otra declaración.
Cuando las internas no acceden a entablar comunicación con los internos son amenazadas y golpea-das por otras reclusas que trabajan con los hermanos Mier.
La recomendación
* La red de trata de internas derivó en la recomendación 4/2010 que la CDHDF dirigió a la Procuraduría de Justicia capitalina, la Secretaría de Gobierno y el Tribunal Superior de Justicia local.
* Las tres dependencias niegan que el problema sea una red integrada por internos, funcionarios judiciales, administrativos y penitenciarios; apenas advierten que es el sexoservicio que libremente ejercen las internas.
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